Apoyar es una obra de arte – abril 29 2025

Volver a criar: la historia de Rosa y sus tres nietos

Los fondos recaudados de esta iniciativa, estarán destinados a los programas de atención ambulatoria y preventiva de la Organización, impactando a más de 800 niños, niñas y sus familias.

En 2024, tres hermanos enfrentaban una situación de vulnerabilidad. Su abuela paterna, Rosa, asumió su cuidado, permitiéndoles crecer en familia. Acompañados por el Programa de Acompañamiento Familiar Territorial y Prevención Focalizada de Aldeas Infantiles SOS en San Nicolás, iniciaron un proceso clave para cambiar el rumbo de sus vidas y construir un futuro estable y lleno de amor. 

Cuando Rosa recibió a sus nietos en su hogar, su papel de abuela regalona tuvo que transformarse; las circunstancias exigían que se convirtiera en cuidadora. 

Los niños llegaron con señales de desatención y una historia marcada por carencias emocionales. Rosa, por su parte, enfrentó el desafío de establecer límites y normas a sus nietos, de volver a criar, tener lista la comida y la ropa. Todo este proceso no fue sencillo. 

Con el acompañamiento de Aldeas Infantiles SOS, Rosa ha fortalecido sus competencias parentales para ofrecer un entorno seguro y estable a sus nietos. Al mismo tiempo, los niños han tenido que adaptarse a estas nuevas dinámicas, aprender a distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, y trabajar en la construcción de sus vínculos y el manejo de sus emociones. Provenientes de un entorno vulnerable, donde las nociones de límites y normas eran ajenas, han enfrentado el desafío de incorporar estos conceptos en su vida cotidiana. 

Fue un camino lleno de aprendizajes. Poco a poco, Rosa y los niños comenzaron a construir un hogar donde las reglas no eran restricciones, sino pilares fundamentales para crecer y sanar. 

“Lo más difícil fue volver a criar, tener lista la ropa, la comida. Fue como empezar todo de nuevo (..)he aprendido cómo enseñarles y tratar a los niños, a no usar los métodos antiguos”, comparte Rosa. A pesar de las dificultades iniciales, su compromiso fue firme, y con el acompañamiento continuo del programa, creó un hogar seguro donde los niños ahora tienen horarios regulares de comida, duermen bien y asisten regularmente a la escuela. 

Hoy, Rosa y su esposo, Hernán, son los cuidadores responsables de los niños, capaces de cumplir con todas sus necesidades. Incluso el padre de los niños está participando activamente para fortalecer su relación con ellos, un paso importante en la restauración de los vínculos familiares. 

Rosa, junto a Aldeas Infantiles SOS, sigue y seguirá trabajando para que los tres hermanos superen las adversidades de su pasado. Ahora viven su niñez en un entorno rural tranquilo, rodeados de amor y cuidados. Rosa comenta, “Lo más bonito ha sido verlos crecer, disfrutar del campo, verlos jugar”. 

¡Conoce más de la historia Rosa y sus nietos en el siguiente video!