Programas – octubre 29 2020

La intervención comunitaria: un camino lleno de obstáculos y mucho compromiso

Las familias de comunidades que viven contextos de vulnerabilidad social han sido las más afectadas durante la pandemia. Por ello, a pesar de la cuarentena, la línea de trabajo ambulatorio de Aldeas Infantiles SOS no paró y desde Antofagasta, Carahue y Chillán, los Programas de Prevención y Fortalecimiento Familiar, siguieron desarrollando acciones para apoyar a las comunidades donde realizan sus intervenciones.

Desde el 17 de marzo, madres, padres y cuidadores de las comunidades que se desempeñaban como empleados o tienen emprendimientos que se vieron paralizados, se les dificultó el poder cubrir sus necesidades básicas de alimentación. De ahí que los equipos se avocaran a gestionar y apoyar la búsqueda de donaciones de cajas y bolsas de alimentos para las familias e instituciones educativas participantes, así como reforzar los esfuerzos para poder mantener la comunicación a pesar de las distancias territoriales.

En este marco, el apoyo psicológico ambulatorio ha sido una constante en los Programas de Prevención, debido a que el aislamiento y el quedarse en casa también tuvo su efecto en las familias, quienes comentaban verse con pocas herramientas ante la situación. Es así como las psicólogas de los equipos establecieron horarios para realizar llamados y entregar contención emocional. Esto llevó a reforzar la línea de atención incluso desde instituciones educativas, como lo hizo el Programa de Carahue, al desarrollar una campaña de Promoción de Salud Mental, que incluyó un taller en el que participaron 48 profesores quienes, además, mantienen contacto directo con muchas de las familias de los alumnos.

Pero cada intervención revelaba una nueva necesidad, y al hacer las llamadas de apoyo psicológico, la comunicación tomó relevancia. Muchas familias tenían escasa conectividad telefónica o no contaban con ninguna. Para enfrentar esta realidad la organización decidió entregar chips telefónicos para que los cuidadores pudiesen hacer uso del apoyo psicológico que se ofreció, y tuviesen acceso a los grupos de WhatsApp de los jardines infantiles, las escuelas, a través de los cuales los profesores comparten la mayor cantidad de información y asignaciones para los niños. Además, podían tener los beneficios del ‘Aló Profesor’ y ‘Aula A tu Casa’, dos proyectos educativos surgidos en cuarentena, y de los que puedes conocer más aquí.

¨El apoyo escolar le abrió los ojos a la comunidad en general, están mucho más organizados con los tiempos y el trabajo en equipo¨, comenta Elías Huerta, Director del Programas de Fortalecimiento Familiar de Antofagasta, quien junto a sus compañeros afirman que la gestión de las comunidades también ha sido muy importante en su propia intervención. Mientras que en Chillán para reforzar y focalizar los servicios del trabajo que realizan, aplicaron encuestas online a las familias, para gestionar acciones específicas según las necesidades detectadas.

Pero cada intervención revelaba una nueva necesidad, y al hacer las llamadas de apoyo psicológico, la comunicación tomó relevancia. Muchas familias tenían escasa conectividad telefónica o no contaban con ninguna. Para enfrentar esta realidad la organización decidió entregar chips telefónicos para que los cuidadores pudiesen hacer uso del apoyo psicológico que se ofreció, y tuviesen acceso a los grupos de WhatsApp de los jardines infantiles, las escuelas, a través de los cuales los profesores comparten la mayor cantidad de información y asignaciones para los niños. Además, podían tener los beneficios del ‘Aló Profesor’ y ‘Aula A tu Casa’, dos proyectos educativos surgidos en cuarentena, y de los que puedes conocer más aquí.