Programas – noviembre 30 2020

Aldeas Infantiles SOS lanza “Pukará” el nuevo programa inserto en la comunidad de Arica

En Aldeas Infantiles SOS existe la convicción de que hay que trabajar siempre centrados en el bienestar y cuidado de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Con el objetivo de ir renovando la forma de trabajar de la organización y con miras a su plan 2030, es que se tomó la decisión de terminar con el antiguo Programa de Acogimiento Familiar de Arica y concretar el nuevo lanzamiento de “Pukará”, ahora inserto en la comunidad, continuando con el modelo residencial familiar que siempre ha caracterizado a la organización, en el que atendemos a un máximo de 6 a 7 niños y niñas por casa. Asimismo, estaremos atendiendo solo a los que tengan entre 6 y 13 años.

La Aldea de Arica comenzó el día 30 de enero de 1989, entregando cuidados y protección a cientos de niños y niñas que llegaban principalmente por situaciones de extrema pobreza e incluso mediante demanda espontánea, como ocurría en ese entonces. Con los cambios legales ajustados a la Convención sobre los Derechos del Niño, la pérdida del cuidado por parte de los padres solo se determina por una medida de protección por parte de los tribunales competentes producto de una grave vulneración de derechos.

Gracias al compromiso de muchos colaboradores y al cariño que depositaron en cada una de sus labores, muchos niños, salieron adelante, vinculándose de manera positiva en su adultez. La gran mayoría de ellos, lograron romper con el círculo de la vulneración y hoy tienen familias e hijos a quienes protegen afectuosamente.   En dicha Aldea se atendían a personas entre los 6 y 18 años o más.

¿Cuáles son las características de este nuevo proyecto?  

 El proyecto atenderá a un total de 25 niños y niñas entre los 6 y 13 años de edad y estarán distribuidos en casas ubicadas en los sectores residenciales de Azapa, las que tendrán entre 6 y 7 niños, y están insertas en la comunidad, pero se mantiene la modalidad familiar. Los niños y niñas tendrán vecinos y podrán vincularse de manera más positiva y cotidiana con su entorno. Esta es una de las diferencias con la modalidad anterior, que era un formato de una Aldea con casas y patio en común. Una segunda diferencia a resaltar es que al trabajar con un ciclo etáreo específico, denominado segunda infancia, nos permite una especialización y focalización de la atención aún mayor.

Actualmente se está trabajando con estos nuevos modelos similares de atención respecto a cantidad de niños y trabajo personalizado en los programas de Santiago, Puerto Varas y Angol.