En el Día del Padre – junio 17 2024

Boris Cumilef: un cuidador entre cuidadoras

Boris Cumilef comparte su experiencia como cuidador en Aldeas Infantiles, revelando su papel de referente afectivo para cada niño, niña y adolescente en el Programa Residencial de Puerto Varas.

Actualmente, en Aldeas Infantiles SOS Chile, de las 323 personas dedicadas al cuidado, solo 22 son hombres, representando solo un 6,8% del total. Boris Cumilef es parte de este porcentaje que se busca incrementar y que, gracias a las políticas de género, en algún momento alcanzó el 20% y él es quien ha ejercido un gran rol similar al paternal para los niños.

Boris llegó a Aldeas Infantiles hace dos años, con una larga experiencia previa como inspector en distintos colegios, y cuando se le presentó la oportunidad de trabajar en la organización no dudó en tomarla. Su decisión fue motivada por querer enfrentar un nuevo desafío y por el profundo compromiso de Aldeas con los valores humanitarios. Él reconoce la situación de vulnerabilidad que tienen los niños, por lo que la posibilidad de trabajar y ser parte del proceso para volver a reunirlos con sus familias le es muy gratificante.

También es un tema de compromiso social, porque nunca nos preocupamos de ellos (los niños), ahí está el futuro y ahí están las cosas que hay que resolver. Si tenemos la capacidad de resolver esos problemas desde abajo, independiente que les vaya bien en la educación, lo más importante es formar personas buenas, si ellos quieren, puedan ser buenas madres, buenos padres y así no repetir el círculo de vulnerabilidad, que no pase lo que les pasó a ellos”, añade el cuidador.

Boris comenta que ha vivido experiencias significativas con los niños y también cómo hace para entrar en confianza con ellos. "Quédese, tío, usted siempre nos escucha", le dicen, mientras él los orienta y guía con dedicación. "Para conocerlos hay que estar con ellos, vivir con ellos, ir en la noche a contarles su cuento, esperar a que se duerman, acompañar al que se va a tomar su tecito antes de acostarse, entonces así uno va conociendo sus necesidades”, explica.

Pero la experiencia más conmovedora para Boris es ver cómo algunos niños logran reunirse con sus madres porque “yo hace dos años y medio perdí a mi mamá, era para mí la mujer más importante de mi vida, entonces que ellos hayan logrado eso fue una emoción muy grande para mí”.

Boris añade que ser cuidador masculino le ha dado ciertas ventajas, ya que los niños ven en él una confianza similar a la paternal. “Me dicen ya tío vamos a jugar a la pelota, y vamos a jugar la pelota, y ahí entre jugar a la pelota ellos salen, tienen más confianza, y cuentan más de lo que hacen en los colegios, que es lo que me interesa a mi respecto de recoger información de ellos”.

A pesar de la brecha de género en el cuidado infantil, Boris enfatiza la importancia de desafiar los estereotipos y reconocer el valor de la figura paterna en la crianza. "Es importante que entiendan que el cuidado es labor de hombres y mujeres, de las familias en su conjunto. Para que vayan entendiendo las dinámicas de vida, esto se construye entre todos y todas", afirma Boris.

En medio de toda la reflexión que hace, también resalta el trabajo que hace Aldeas Infantiles por los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. “Aldeas hace un trabajo maravilloso, que es tratar de recuperar ese eslabón que es la familia, recuperar muchas veces eso que ellos perdieron… que es una mochila muy cargada de emociones y que todas las personas que trabajan ahí, desde el último trabajador hasta el más importante, tienen el objetivo claro de lo que es hoy día los problemas que enfrenta la sociedad, de los problemas que tenemos referente a la vulneración de niñas y niños, adolescentes y jóvenes”, para él “ver a los niños felices es lo que más llena mi corazón” sentencia.

Finalmente, para Boris Cumilef, ser cuidador es mucho más que un trabajo, es una vocación de servicio, una forma de impactar positivamente en la vida de los niños y niñas que están bajo su cuidado. Por medio de su dedicación y amor, Boris se ha convertido en una figura relevante para muchos, brindándoles orientación, apoyo y esperanza en un entorno seguro y amoroso. Su compromiso con el bienestar de los niños y su convicción en el poder transformador del cuidado paternal, hacen de su labor un ejemplo inspirador en Aldeas Infantiles SOS.

¡Feliz día para Boris y para todos los padres de corazón y acción!