Con el propósito de promover una reflexión por parte de los equipos que trabajan con niños y adolescentes, el pasado 2 de junio se realizó el taller conversatorio
“Compartiendo experiencias de trabajo con niños que son separados de sus familias de origen” en el Ex Congreso Nacional.
La actividad organizada por
Observa y
Aldeas Infantiles SOS Chile, contó con la presencia de profesionales de organizaciones como Hogar de Cristo, Fundación Mi Casa, María Ayuda, Protectora de la Infancia, Fundación Chilena de la Adopción y la Comunidad Organizaciones Solidarias. Además, asistieron
especialistas reconocidos en la materia, como Camilo Morales, psicólogo clínico experto en contextos residenciales y vulneración de derechos, y Miguel Gatica, psicólogo especializado en suicidio juvenil.
A través de trabajos grupales, la instancia buscó sensibilizar a los participantes acerca de las
experiencias de separación que viven los niños y realizar un intercambio de conocimientos entre los actores que intervienen en estos procesos. Fue así como los equipos insistieron en la necesidad de acompañar a los niños en todas sus esferas y transparentar la información respecto a sus historias de vida. También destacaron la importancia de visualizar al niño o niña como sujeto integral, así como respetar sus tiempos y silencios. Asimismo, coincidieron en no aplicar castigos generalizados, sino explicar el porqué de la sanción.
“Los niños que forman parte de instituciones han sufrido un doble daño: además de la vulneración de sus derechos, hay un quiebre, una separación. Hay que entender cómo se vive ese dolor y preguntarse cómo experimentan la discontinuidad porque muchas veces no se manifiesta de forma inmediata”, precisó Camilo Morales.
Al respecto, el especialista sugiere entregar referentes significativos que se involucren con la historia de los niños y adolescentes para que ellos puedan construir nuevos relatos en el entorno actual. Además recalcó la necesidad de vincularlos con la comunidad y su familia de origen, a efectos de recuperar la confianza.
Por último, Miguel Gatica centró su enfoque en la salud mental del equipo de trabajo. “La emoción más recurrente que experimentan los niños es la rabia y no podemos actuar como extintores, nuestro rol es enseñarles habilidades para regularla. Para ello, el equipo primero debe aprender a manejar su propia emoción antes de enseñarle al niño”, explicó.
Observa busca ser también un espacio de capacitación, autoobservación fomento y transmisión de buenas prácticas de cuidado entre las organizaciones que lo integran. Su finalidad es
contribuir a mejorar las políticas públicas y la ejecución de programas orientados a niños y adolescentes que están en riesgo o perdieron el cuidado de sus familias.