“Volver a dialogar con los hijos’’

Para nadie es un secreto que la maternidad no es una tarea fácil, que, además, parece ser más compleja  si se trata de la crianza de un adolescente. Las emociones y la indiferencia envuelven esta etapa que desata torbellinos en hogares como el de Johana, que buscó ayuda en el Programa de Fortalecimiento Familiar de Carahue, al ver debilitada la relación con su hija. Una historia que para muchos padres y madres se hará conocida.

En la IX Región, en una localidad de colosales verdes al sur del país, se encuentra Trovolhue, lugar en donde se sitúa la vivienda de Johana, quien comparte una vida junto a sus tres hijos, su esposo y su madre, que requiere de cuidados y atenciones,  debido a la diabetes que le fue diagnosticada.

En casa de Johana, los conflictos familiares eran cotidianos, y la llenaron de preocupaciones por no saber cómo atender las situaciones y conflictos  emocionales de su hija, una adolescente de 14 años que, movida por la ausencia de su padre biológico, desarrolló actitudes desafiantes que deterioraron la comunicación con su madre, quien tomó la decisión de generar un cambio.

En los momentos más críticos de su relación familiar, Johana cuenta que todo se juntó, “el fallecimiento de mi papá, mi embarazo,  un accidente que me dejó un tiempo en silla de ruedas, las tareas del hogar, la falta de  ingresos económicos y las tareas de  cuidado que requería mi mamá, y que se sumó a los conflictos con mi hija mayor".

La frustración que generaba el contexto en su hogar se hizo muy pesada para Johana, sin  embargo, un día tocan a su puerta dos trabajadores de Aldeas Infantiles SOS Chile, para invitarla a participar en el Programa de Fortalecimiento Familiar de Carahue, que le ofreció  una oportunidad para solucionar los problemas que afectaban a su hogar. Es así que decidió participar en el Programa, en la línea de Familia Focalizada, con el objetivo de mejorar la comunicación con su hija.

“Parte de los cambios significativos que propusimos a Johana, fue el trabajar en metas concretas y realizables. A las familias les genera motivación saber que al finalizar este trabajo ellos van a tener logros específicos y que eso va a contribuir, en su desarrollo en el ejercicio de la crianza”, señala Daniela Arriagada, directora del Programa de Fortalecimiento Familiar de Carahue.

Así, las actividades del Programa, en las que se utilizan metodologías recreativas, vinculadas a distintas dinámicas de juego, brindaron herramientas que Johana destaca durante este proceso, y que le han permitido acercarse cada vez más a su objetivo, mejorar la relación familiar, y su hija pasó de tensos silencios, a la espera de los juegos familiares que proporcionaba Aldeas Infantiles SOS o de los espacios de conversación.

Hoy la relación entre Johana y su hija es mucho mejor,  luego de un trabajo familiar realizado durante más de 6 meses: Por ello, egresan de la línea de familias focalizadas, teniendo un cúmulo de herramientas que les permitirán seguir fortalecimiento un vínculo familiar basado en el amor y el respeto. Mientras Johana sigue asistiendo a actividades comunitarias realizadas por el Programa de Fortalecimiento Familiar de Carahue, en las que además de distraerse y generar amistades, también obtiene herramientas para potenciar su autocuidado y empoderamiento como mujer y cuidadora.