Además, datos del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género indican que las principales consecuencias de la violencia intrafamiliar de tipo física contra los niños y niñas identi?cadas son: ser victimizados en la escuela (35,3%), tener problemas de salud mental (30,3%), consumir alcohol (28%) y consumir drogas (13,8%).
La violencia intrafamiliar ejercida por padres, cuidadores o adultos responsables del niño en el hogar puede adoptar múltiples formas. Por un lado, la violencia física es la que se ejerce mediante golpes, azotes o sacudones, causando un daño físico al niño. Numerosos estados latinoamericanos están reformando su legislación para proteger mejor a niñas y niños contra la violencia. De los 19 estados latinoamericanos, Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Uruguay y Venezuela han reformado sus leyes para prohibir el castigo físico y humillante en todas sus formas; y 9 países más se han comprometido a hacerlo, entre ellos Chile
La violencia psicológica es aquella que se realiza a través de amenazas, gritos, intimidaciones y humillaciones, haciendo sentir al niño que es despreciado e incapaz. La violencia sexual implica forzar o seducir al niño a formar parte en actividades sexuales inapropiadas para su edad con el objetivo de satisfacer las necesidades de los adultos. Se reconoce cada vez más, que un gran porcentaje de niños y niñas son perseguidos y agredidos sexualmente por las personas más cercanas a ellos.
La negligencia también es considerada una forma de violencia, entendida como el descuido, la falta de supervisión y de protección reiterada de los niños contra todo tipo de daño, por parte de las personas encargadas de su cuidado.
Según los estudios realizados en 18 países de América Latina y El Caribe, la violencia es una de las principales causas de la pérdida del cuidado familiar, generando impactos negativos en la salud, crecimiento y bienestar del niño.
Las tecnologías de la información también, pueden llevar asociado un grave riesgo de violencia incluidos abuso y explotación sexual en línea, más conocido como grooming. Según el Informe Anual de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños, publicado recientemente arroja que:
- Se calcula que el número de imágenes de abusos a niños en Internet aumentó en un 1.500% de 1997 a 2006.
- Los niños que aparecen en ellas son cada vez más pequeños: más del 80% tienen 10 años o menos, y el 3% tiene 2 años o menos.
- De las imágenes y los vídeos examinados, el 17,5% mostraban a niños de 15 años o menos, y el 85,9% de ese contenido se había generado usando una cámara web en vez de un dispositivo móvil.
- Del contenido que mostraba a niños de 15 años o menos, el 93,1% mostraba a niñas.
Tal como lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño (CND), todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a vivir en un entorno seguro, estable y libre de violencia.
¡En Aldeas Infantiles SOS condenamos enérgicamente todo tipo de abuso y explotación de niños y adolescentes, en cualquier ámbito y situación!
Situación de los jóvenes
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 30 millones de jóvenes de Latinoamérica no estudian ni trabajan en forma remunerada, limitando su desarrollo y sus oportunidades de futuro. La estadística no es exclusiva a nuestro país. Según la última encuesta de Ocupación y Desocupación del Gran Santiago, 17,1% de los jóvenes entre 20 y 24 años se encuentra cesante, mientras que en el rango etario entre 25 y 29 años, el porcentaje es de 11,9 puntos porcentuales.
Un amplio abanico de razones explicaría esta situación: educación de?ciente y excluyente, falta de asesoramiento, desajuste entre las capacidades desarrolladas y requisitos del mercado. Además, muchos de ellos deben asumir labores no remuneradas en el hogar. Asimismo, 6 de cada 10 jóvenes que consiguen algún tipo de actividad laboral se ven obligados a aceptar empleos informales, que implican malas condiciones, falta de protección legal, baja productividad y bajos salarios.
En la actualidad la población joven de América Latina y el Caribe está sufriendo una crisis de exclusión social y desempleo, que se mani?esta en el incremento de 3 puntos porcentuales en el último año (18,3%) según la OIT. Esta crisis repercute especialmente en aquellos jóvenes con mayor vulnerabilidad: mujeres, migrantes y aquellos institucionalizados que han perdido o están en riesgo de perder el cuidado familiar.
Para asegurar el desarrollo y la inclusión social de estos millones de jóvenes es imprescindible actuar hoy y ahora. Aldeas Infantiles SOS trabaja en diversos programas, que preparan a los jóvenes para la vida independiente, apostando al desarrollo de sus capacidades y al fortalecimiento de sus competencias para facilitar su autonomía, empoderamiento y realización personal. Esto lo hace brindando entornos protectores y educación de calidad, capacitación y desarrollo de habilidades, formación de empleo y emprendimiento, acceso a la experiencia laboral a través de alianzas, y promoción de la igualdad de acceso al empleo decente.
Las oportunidades y las juventudes tienen algo en común: no pueden esperar. Por tal motivo el compromiso de todos debe manifestarse aquí y ahora. El trabajo decente para los jóvenes y los espacios de participación y capacitación son la clave para el cambio. Sólo a través de ellos podremos lograr un futuro sostenible y un mundo más igualitario.