Desde hace unos años la Aldea de Concepción decidió sacar todas sus casas a la comunidad, habilitando inmuebles en lugares céntricos de la ciudad para que los niños y niñas se vincularan de manera diferente y más saludable con sus vecinos y entorno. En una de estas casas vive el Marcos, junto a seis niños y adolescentes más.
Cursa 2° medio en un liceo de varones muy emblemático del Gran Concepción, el cual cuenta con una infraestructura adecuada, con buenos profesores y un equipo multidisciplinario completo que apoyan el proceso educativo de sus estudiantes, especialmente de aquellos con necesidades educativas especiales. Es que algunos de los niños que viven temporalmente en las casas de Aldeas, debido a las situaciones complicadas vividas, requieren de asistencia especializada especialmente para el desarrollo de sus habilidades académicas.
“El Marcos no se achica con nada, es muy participativo y activo en sus clases, muy responsable con los horarios de conexión y con los deberes del colegio y de la casa que debe desarrollar. En un principio con el confinamiento se desmotivó un poco como todos los niños en la casa. No ver a sus familias fue duro, pero apenas pudimos y hemos organizado encuentros familiares siguiendo todas las medidas sanitarias y eso obviamente repercute de forma positiva en los niños”, asegura orgullosa la psicopedagoga Nivia Vergara.
A un año de la pandemia, Aldeas Infantiles SOS debe continuar realizando el máximo de sus esfuerzos para que todos los niños tengan acceso a un computador, mejorar la conexión en algunos lugares más australes y rurales, y que los niños efectivamente logren adherir a sus clases online, además de, proveer actividades de esparcimiento. Para ello, la organización decidió recurrir a profesionales de la educación que apoyen de manera constante a las Cuidadoras y encargadas de casa.
Todos estos esfuerzos y el que muchas personas realizan cada mes al apoyarnos, hoy nos permiten contarte historias que inspiran como la de Marcos, quien, además, de esforzarse mucho en su liceo y terapias, este año fue elegido por sus compañeros como delegado de su curso y se unió al Centro de Alumnos de su liceo, para continuar entregando su entusiasmo, alegría y fuerza en estos espacios.
*Los nombres de nuestros participantes, suelen ser cambiados por lineamientos de protección infantil.