Además del cuidado residencial que entregamos a los niños que viven Aldeas Infantiles SOS, la organización trabaja en una línea de atención ambulatoria, con la que realiza intervención comunitaria enfocada en la prevención de vulneraciones a los derechos a los niños, niñas y adolescentes en su entorno familiar, y en la que durante el año 2020 participaron 921 usuarios entre niños y adultos.
Considerando nuestros 4 programas ambulatorios, un 55% de la atención se desarrolla dentro del territorio de Antofagasta con 505 niños y familias participantes, que viven principalmente en el Macro Campamento Balmaceda y Población Villa Chica de Antofagasta.
Otra parte importante del trabajo, se realiza en el Programa de Fortalecimiento Familiar de Carahue que atendió a 307 usuarios durante el 2020, posicionándose como el segundo territorio con mayor impacto, comprendiendo la Villa Renacer, Sector Coyanco, El Manzano y Machaco Grande en la Región de la Araucanía.
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Si bien solo uno de estos 4 Programas recibe financiamiento del Estado, gracias al apoyo de nuestros socios y otras donaciones privadas, pudimos hacer una inversión de CLP 387.106.464, para cubrir gastos de gestión de los equipos en la intervención comunitaria, porque creemos firmemente que la prevención y educación en buen trato, es una de las principales herramientas que nos permiten evitar que los niños sufran vulneración de sus derechos.
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A pesar de no haber estado preparados para la pandemia y sus desafíos, los Programas de Prevención modificaron sus formas de trabajo para permanecer cerca de las familias, velando por el cumplimiento y ejercicio de los derechos de los niños y niñas. Incorporamos la intervención online y en algunos casos, acudimos físicamente a los territorios para intervenir y para ofrecer apoyo con alimentos a las familias, quienes ante la pandemia se quedaron sin ingresos para costear necesidades básicas.
En el proceso de intervención se hizo evidente el incremento de los niveles de ansiedad y estrés en las familias y los índices de maltrato hacia la mujer y las vulneraciones de derechos de los niños, niñas y adolescentes, por lo que fue de vital importancia el acompañamiento y atención psicológica ambulatoria, así como el desarrollo de actividades recreativas on-line para los niños y adolescentes, madres, padres y cuidadores, ofreciendo más de 30 talleres como acción de contención emocional y preventiva del estrés por confinamiento en contexto pandemia.
Durante la emergencia sanitaria, a pesar de las dificultades que existen de conectividad, distancias y comunas en cuarentena, en los Programas de Prevención primó el apoyo, la coordinación y el trabajo en equipo para cumplir con lo requerido. El trabajo con comunidades es muy variable, dependiendo de la modalidad en la que nos encontremos ya sea on-line o presencial es importante adecuarnos a la disposición de cada comunidad y lo más importante empoderarlas en su rol de garantes de derechos. Este nuevo año y contigo, seguiremos impulsando acciones de prevención y acompañamiento en territorios de fragilidad social para que más niños, niñas y adolescentes puedan efectivamente crecer en ambientes protectores.