Marisela llegó el 2009 a vivir en el programa de Concepción de Aldeas Infantiles. Este año cumplió 18 y está a punto de egresar de cuarto medio, comenzando así con los preparativos para su futuro profesional. Su sueño es claro, quiere ser marina, dedicada al área de instrumentación y sanidad naval. Por lo mismo, se encuentra en proceso de postulación a las Fuerzas Armadas de Chile, a la espera de los resultados que decidirán si puede ingresar o no a la institución.
Desde pequeña le encanta hacer deporte, por lo que siente mucha confianza para superar con éxito las pruebas físicas que tendrá que realizar como aspirante a la Marina. En los 13 años que lleva viviendo en la Aldea, ha aprovechado al máximo los talleres deportivos que la organización ofrece, practicando atletismo, balón mano, fútbol, entre otros.
En medio del proceso de postulación, la ansiedad y nervios se apoderan de Marisela, ya que espera que su futuro sea en el alta mar. Si logra entrar a las Fuerzas Armadas, cree que se le abriría “un mundo de posibilidades, conociendo gente nueva, viajando por muchos lugares y dando paso a sus sueños futuros”, dice.
Marisela siente seguridad y determinación para iniciar su camino a la vida independiente, y agradece mucho el apoyo que la Aldea le ha brindado durante su vida. Para ella, las “tías” -que son cuidadoras de los niños y niñas que viven en la organización-, son un pilar fundamental, ya que siempre la ayudaron a salir adelante con cariño y enseñanzas.
Quedan pocos meses para saber si la joven podrá ingresar a las Fuerzas Armadas. Por lo pronto, se siente preparada para enfrentar este desafío, y dispuesta a dar lo mejor de si misma para cumplir sus sueños. “Uno tiene que superar las cosas, no se puede estancar, tiene que seguir adelante pese a todas las dificultades”, dice.