Actualmente la crisis actual por el COVID-19 ha incrementado la pérdida de empleos, confinamiento excesivo y ansiedad por motivos de salud y económicos, incrementan el riesgo de violencia en el hogar y sobre todo la violencia hacia niñas y niños por parte de sus cuidadores.
Según datos estimados por Visión Mundial (2020), se estima que la violencia doméstica se ha incrementado de forma alarmante y en muchos países el número de llamadas a las líneas de ayuda se habría duplicado, pero con poca o casi una nula reacción por parte de los organismos de protección ya que por el COVID-19 sus acciones de seguimiento se han visto limitadas a fin de evitar la propagación del virus y con el cierre de las escuelas se imposibilita identificar casos y signos de maltrato. Así mismo, otro efecto importante de la pandemia es el aumento de la cantidad de tiempo que los niñas, niños y adolescentes invierten en el uso de la internet, lo que podría aumento el riesgo de sufrir ciberacoso o algún tipo de abuso online.
Uno de los aspectos que preocupa es la afectación de los sistemas y servicios de protección dirigidos a las niñas, niños y adolescentes, ya que se encuentran operando con menor capacidad y esto repercute en debilidades en la detección, respuesta y prevención de la violencia. Lo anterior, limita las opciones para los niños, niñas y adolescentes de huir de las situaciones violentas o denunciarlas, debilitándose inclusive su red de apoyo, lo cual tiene un impacto importante en su salud, y bienestar físico y emocional, aumentando así los riesgos a ser vulnerados.
Por otro lado, los expertos estiman que debido a la elevada cantidad de muertes por COVID-19, muchas niñas y niños perderán a uno o ambos padres u otros cuidadores, La niñez que han perdido el cuidado familiar son particularmente vulnerables a diferentes tipos de violencia y explotación, como la explotación sexual, la trata y tráfico de personas, explotación laboral, entre otros.
Según el Informe de Human Rigths watch “Efecto del COVID-19 en los niños”, la actual crisis acentúa el riesgo de explotación sexual por Internet, se ha identificado mayor actividad en línea de quienes buscan materiales relacionados con abuso infantil. Las niñas y niños pasan más tiempo navegando por internet y es probable que el aislamiento y confinamiento aumente el riesgo de sufrir ciberacoso o algún tipo de abuso online.
De esta forma, ante la situación de emergencia, queremos visibilizar los riesgos de desprotección, y, sobre todo promover acciones preventivas para disminuir la violencia en las familias y los hogares, por lo que les invitamos a hacer uso de las guías disponibles que estamos seguros les brindarán elementos importantes para acompañar a las niñas, niños y adolescentes y asegurar entornos más protectores y seguros.